Ante los acontecimientos que está viviendo nuestro país, FIDE declara que comparte plenamente los deseos y anhelos de igualdad y mejores condiciones de vida que expresa la gran mayoría de los chilenos de forma pacífica. Al mismo tiempo, nuestra Federación condena de forma enérgica el vandalismo y la violencia irracional llevadas a cabo por manifestantes que intentan opacar las demandas legítimas de ciudadanos comprometidos, con destrucción de bienes públicos, privados y pérdida de vidas humanas, como así mismo, llamamos la atención sobre eventuales violaciones a los derechos humanos que han sido denunciadas, y pedimos que la justicia esclarezca plenamente estos hechos, a fin de evitar repetir tiempos dolorosamente presentes en nuestra historia reciente.
Este estallido social tiene raíces profundas que se vienen incubando hace décadas, por lo que estas movilizaciones sociales representan un malestar legítimo que exige el término de las desigualdades, privilegios, corrupción y abusos presentes en nuestro país que han permanecido desatendidos hasta el momento. Abogamos por un amplio diálogo con la participación de todos los actores políticos y sociales involucrados en las profundas transformaciones que amerita la solución de esta crisis que vive nuestro país.
Como educadores nos preocupa no solamente el modelo económico-social que está siendo cuestionado, sino también un modelo valórico que se ha venido construyendo en todos los sectores de nuestra sociedad; que ha promovido una cultura profundamente individualista sin responsabilidad social; con privilegios evidentes de las élites, políticas, sociales y religiosas que han dirigido el país; que ha promovido derechos al margen de los deberes; que ha sido indolente ante la violencia ejercida en las escuelas; que ha deteriorado seriamente la autoridad de los profesores y directores destruyendo la convivencia escolar; y que es una anti educación que complota contra los valores que se promueven en las instituciones escolares.
Es imprescindible que la cordura impere en nuestro país y necesitamos que la tradición republicana de Chile vuelva a ser la forma de relacionarnos. Las transformaciones al modelo económico-social que demanda la gran mayoría del país, deben incorporar la transformación al sistema educacional corrigiendo las discriminaciones arbitrarias que por parte del Estado afectan a todos los estamentos de la educación particular subvencionada y poniendo en juego todas las medidas que sean necesarias para recuperar el respeto a los profesores y directores para impartir la educación que Chile necesita.
Guido Crino Tassara Presidente Nacional de FIDE
